2020
Instalación
Los tocones de los árboles cortados que se quedan en el bosque, bases de columnas ya invisibles, son testigos de los troncos cortados para el negocio maderero. El sentir de las almas de los árboles ausentes, pululando sin destino entre sus colegas, aún terrenales, es el origen de los Atrapaalmas. Creados para ser colocados en el bosque, entre los troncos y las ramas, integrándose en el contexto, pero al mismo tiempo revelando que no se han generado en ese entorno natural.
Los Atrapaalmas funcionan como instalación in situ, simbólica y ritual. Su objetivo: recoger las almas de los árboles cortados y alimentar física y espiritualmente al bosque. Realizados con materiales orgánicos, destinados a desintegrarse con el paso de tiempo y a consecuencia de la climatología, entran en el ciclo natural del hábitat, convirtiéndose en materia orgánica asimilable para el bosque y, de esta manera, paliar parte del hueco dejado esos árboles cortados y trasladados a otros lugares del mundo.
